Capaces de insultarse con palabras que parecen de verdad. Capaces de no hablarse durante una semana entera, o eso dicen. Capaces de enfadarse por mierdas que no son culpa suya. Capaces de ni si quiera intentar solucionarlo, aunque por su amistad sea. Capaces de ser incapaces, solo por su orgullo. Capaces, incluso, de olvidar lo lógico de la capacidad.
Y llega de repente, sin importarle el país en el que te encuentras, ni el idioma que hablas. Cuando menos te lo esperas, surge y te lleva por delante, sin que puedas reaccionar. Con él, cambian tus prioridades, y él y yo, se convierte en un nosotros, porque, como alguien dijo alguna vez, si dos personas se quieren, no se miran el uno al otro, miran en la misma dirección .
que tampoco le hacía falta lo insignificante de la vida. las miradas olvidadas, y los besos comprados, las caricias que se hacían sin querer y la tristeza que le inundaba. tampoco lo quería evitar, pues todo era suyo, y servía para no olvidar su recuerdo, tenerlo algo más cercano y poder sentir su presencia. pero todo se podía mejorar, hacerlo mas visible y complejo, que valiese la pena luchar por ello. no que saliese sin más, por conveniencia y sin apenas ganas, como teniendo algo que cumplir, inventándose una obligación que en realidad, no existe. ella quería sentirle, sentirle de verdad, mirarle, hasta que los parpados se cerraran por no aguantar más; besarle, hasta que la boca se secara por la escasez de saliba y, aunque fuera, oirle, hasta que se quedase sorda y no poder escuchar más.
Atiborrarte a chucherías, hasta que te duela tanto la tripa que sientas que en cualquier momento pueda explotar. Pero sin más preocupaciones. Porque es lo que quieres hacer, lo que TU quieres hacer, y entonces nada te importa, solo quieres convertir tus ganas en realidad y sentirte algo mejor . Disfrutando, así, de los pequeños placeres de la vida ;)
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Cuando pierdes a un gran amigo. A un amigo de verdad, de esos que te dan la mano, de esos que te ayudan, de esos que están cuando los necesitas, de esos que de verdad te quieren. Cuando él se va, Y lo piensas, ¿se va?, pero, ¿cómo es posible?. Sencillamente es imposible. Pero no, se marcha, se marcha para no volver, y tu le obligas a que se quede, a que te venga a ver todos los dias, le dices cuanto le quieres, y él te lo igual o incluso, te lo supera. Y es ahi cuando reaccionas,porque antes todo te daba igual, solo importaba él, y le abrazas, le besas mientras no paras de llorar, no le quieres soltar, quieres que se quede ahi, para siempre, entre tus brazos. No le puedes perder, no a él. Es muy importante, demasiado importante, le quieres y mucho, sabes que, sin él, se crea un vacio. Un vacio que le pertenece y le hace recordar que, por muy lejos que esté, siempre le tendras presente.
Aquel lugar que nos pertenece
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