Debí imaginarlo. Ingenua, tonta, ilusionada. no hay palabras. Porque sencillamente es algo que no tiene sentido alguno, o tal vez sí. tal vez todo esto ocurrió por mi culpa, porque no existen chicos de película, y fui yo la que creí más de una vez en ellos. Pero ahora de nada sirve arrepentirse, lo hecho, hecho está; supongo que tendré que asumirlo, aunque me cueste, y olvidarte, aunque sea prácticamente imposible.